Por mucho amor que tengamos hacia nuestros perros, a veces, no podemos evitar determinadas enfermedades, aunque sí podemos estar informados para tratar de detectarlas a tiempo o prevenirlas.
Además, desafortunadamente, algunas razas son propensas a ciertas afecciones, y en esta ocasión vamos a hablar de la displasia de cadera canina (DCC) en los perros Doberman, ya que tienen tendencia a desarrollarla.
Veamos qué es esta dolencia, cómo puede afectar a tu perro, señales para identificar la displasia y los posibles tratamientos.
¿Qué es la Displasia de Cadera (DCC)?
La displasia de cadera canina (DCC) es una enfermedad ósea degenerativa en la que la articulación de la cadera no se desarrolla correctamente. Esto puede llevar a una inestabilidad articular y, con el tiempo, a una osteoartritis dolorosa.
En términos simples, la cabeza del hueso del fémur no encaja correctamente en el acetábulo (la cavidad del hueso pélvico), causando fricción y desgaste crónico.
Causas de la Displasia en los Perros
Aunque el origen exacto de la DCC en los Doberman no se comprende completamente, se cree que hay varios factores involucrados:
- Genética: Esta afección puede ser hereditaria. Si uno o ambos padres del perro tienen displasia, es más probable que sus cachorros también la padezcan.
- Crecimiento rápido: Los perros que crecen demasiado rápido pueden desarrollar problemas en sus articulaciones. Es lo que suele suceder en las razas de perros gigantes.
- Nutrición: La alimentación del Doberman es importante desde cachorro, una dieta inadecuada influye directamente en su desarrollo óseo y articular.
- Lesiones: Un trauma o lesión a una edad temprana puede aumentar el riesgo de desarrollar displasia en la edad adulta.
Clasificación de Grados de Displasia de Cadera
Normalmente, se diferencian varios grados de displasia según su severidad, y se clasifican de la siguiente manera:
Grado I: Es la forma más leve. Las articulaciones muestran leves signos de desgaste, pero no hay síntomas evidentes.
Grado II: Hay un mayor desplazamiento de la cabeza del fémur (laxitud articular), pero el perro todavía puede no mostrar signos evidentes de dolor.
Grado III: Es una forma moderada de displasia, donde el desplazamiento es notable, de un 50-75% respecto al acetábulo, y lo más común es que el perro muestre algunos síntomas evidentes.
Grado IV: Es el tipo más grave de displasia de cadera. La articulación del fémur está gravemente afectada y el perro muestra claros signos de dolor y malestar.
¿Qué Razas de Perros son más Propensos a la Displasia de Cadera?
Aunque la displasia de cadera puede afectar a cualquier perro, independientemente de su raza o tamaño, algunas razas están más predispuestas a esta afección. Entre ellas:
- Labrador y Golden Retriever
- Dogos
- Pastor Alemán
- Carlino
- San Bernardo
- Bulldog
- Rottweiler
- Y por supuesto, el Doberman
Esto no significa que todos los perros de estas razas desarrollen displasia, pero sí indica una mayor susceptibilidad genética. Al igual que las demás razas tampoco están exentas de presentarla.
Indicios clínicos de la Displasia de Cadera en perros Doberman
El Doberman, con su elegante porte y gran energía, es un perro que adora el movimiento. Sin embargo, esa vitalidad que tanto caracteriza a estos caninos se vería afectada si tuvieran displasia de cadera.
Por eso, identificar los primeros signos de esta afección es crucial para proporcionarles el cuidado y el tratamiento adecuados. A continuación, veremos los síntomas específicos que pueden surgir tanto en cachorros de Doberman como en adultos.
Síntomas de Displasia en cachorros Doberman
La detección temprana en los cachorros es esencial para un tratamiento eficaz y una posible prevención de la progresión de la enfermedad. Si detectas algunas de estas señales típicas de esta etapa de vida, acude a tu veterinario lo antes posible para un diagnóstico:
- Mayor inactividad
- Pasar mucho tiempo sentado o acostado
- Dificultad al levantarse tras periodos de descanso
- Quejarse ante movimientos bruscos
- Mostrarse reacio a participar en juegos u otras actividades físicas
- Flaqueo de las patas traseras al caminar
- Movimiento rígido o andar con las patas posteriores muy juntas
- Negarse a saltar o subir escaleras
Señales de Displasia de Cadera en perros Adultos
Cuando hablamos de perros Doberman adultos, los indicios de displasia de cadera suelen ser más notorios debido al progresivo desgaste que han sufrido, y estos son:
- Dolor evidente: Una posible señal de DDC en tu Doberman es si muestra signos claros de dolor, especialmente después de la actividad física o al levantarse de un descanso.
- Dificultad al levantarse y rigidez: Les cuesta moverse cuando han estado en reposo y los músculos no se han calentado.
- Cojera persistente: A diferencia de los cachorros, la cojera en adultos es más constante y evidente.
- Pérdida de musculatura: Con el tiempo, el músculo del muslo puede comenzar a atrofiarse debido a la falta de uso.
- Cambios en la marcha: A veces, adoptan la “marcha de conejo”, es decir, que usan ambas patas traseras al mismo tiempo al correr.
- Sonidos al moverse: En ocasiones, puedes escuchar un crujido al mover las caderas debido al roce de los huesos.
Reconocer estas señales a tiempo y saber cómo actuar es vital para garantizar la calidad de vida de tu Doberman. Si notas alguno de estos síntomas en tu perro, es esencial consultar a un veterinario lo antes posible.
Diagnóstico para la Displasia de Cadera canina
Al conocer los síntomas y comportamientos que hemos mencionado anteriormente, es posible que te sientas preocupado por la salud de tu Doberman. La buena noticia es que existen métodos confiables para diagnosticar esta afección, lo que permite encontrar un tratamiento adecuado.
La técnica principal para diagnosticar la displasia de cadera en los perros es a través de radiografías. Estas imágenes detalladas permiten a los veterinarios examinar las caderas del can y determinar el grado de displasia y el desgaste articular.
A menudo, se recomienda sedar al perro durante este procedimiento para asegurar que se mantenga quieto y se obtenga una imagen clara.
Además de las radiografías, el veterinario realiza un examen físico completo y analiza el historial clínico del perro. Estos pasos ayudan a descartar otras afecciones que presenten síntomas similares.
Tipos de Tratamiento para la DDC
Una vez diagnosticada la displasia de cadera, hay diferentes rutas de tratamiento dependiendo de la gravedad de la afección y la edad del Doberman:
Manejo no quirúrgico
Incluye medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor, suplementos como glucosamina y condroitina para apoyar la salud articular, y fisioterapia para mejorar la movilidad.
Control de peso
Mantener a tu Doberman en un peso saludable es importantísimo, ya que el exceso de kilos ejerce presión adicional sobre las articulaciones.
Cirugía
En casos graves, se puede considerar la cirugía. Existen varias opciones quirúrgicas, como la triple osteotomía pélvica y el reemplazo total de cadera. Tu veterinario discutirá cuál es la mejor opción para tu perro.
Terapias alternativas
Algunos propietarios han encontrado alivio para sus perros a través de métodos de sanación alternativos como la acupuntura, el reiki o la hidroterapia.
No hay duda de que nuestros Dobermans son parte integral de nuestras vidas, y su bienestar es nuestra prioridad. Si deseas aprender más sobre las enfermedades más comunes del Doberman y cómo mantener a tu perro feliz y saludable, te invitamos a seguir explorando nuestro blog de PerroDoberman.
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